martes, 24 de mayo de 2016

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Danièle Nouy realiza un llamamiento a filas a la banca española, para que se tome en serio la regulación, y sea responsable


La jefa de supervisión bancaria del BCE se reúne en Madrid con los máximos ejecutivos de la banca española. Reconoce los progresos del sector, pero le exige total seriedad.

Supervisores y supervisados. Frente a frente. Reunidos. En la misma sala, la reservada por el Banco de España (BdE) para un cónclave que empezó a prepararse en marzo y que se celebró ayer por la tarde. En representación de los primeros, la que más manda en esta materia en la eurozona: Danièle Nouy, presidenta del Mecanismo Único de Supervisión (MUS), el brazo con que el Banco Central Europeo (BCE) vigila a las principales entidades europeas y uno de los tres pilares de la Unión Bancaria (UB). El papel de los supervisados correspondía esta vez a los bancos españoles y a los que más mandan en ellos: sus presidentes o consejeros delegados.


La reunión, instigada por Nouy y preparada a conciencia por el BdE, fue un llamamiento a filas en toda regla. Así lo interpretó el sector, que estuvo representado por sus máximos ejecutivos. La presencia, entre otros, de la presidenta de Banco Santander, Ana Botín, de los presidentes de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, Banco Sabadell, Josep Oliu, Bankinter, Pedro Guerrero, Banco Popular, Ángel Ron, BMN, Carlos Egea, y Kutxabank, Gregorio Villalabeitia, y de los consejeros delegados de BBVA, Carlos Torres, y CaixaBank, Gonzalo Gortázar, no deja dudas sobre la envergadura de la convocatoria. Tampoco faltaron José María Roldán, presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), y José María Méndez, director general de la CECA.
Esta lista evidencia el respeto que Nouy impone en el sector. Incluso hay quien alude directamente a que provoca miedo, en referencia a que sus formas y su discurso -e incluso su inglés- marcan un llamativo contraste, por su brusquedad, con las del presidente del BCE, Mario Draghi, siempre pensando en buscar tanto los modos como las palabras precisas. 
Para varios de los presentes, la cita, que comenzó a las 17:30 horas y se prolongó durante algo más de dos horas, les ofreció la oportunidad de conocer en persona a Nouy. Nunca antes habían estado con ella. Y ella, consciente de esa circunstancia y de que no es fácil cuadrar tantas agendas, no perdió la ocasion y, según fuentes consultadas por El Confidencial, lanzó una auténtica arenga al sector para que se tome muy en serio la batería regulatoria y supervisora que debe cumplir. También hizo un llamamiento a la responsabilidad, siguiendo así la doctrina del BdE, que teme que el actual contexto de bajos tipos de interés -e incluso tipos negativos- y baja rentabilidad estimule una concesión irresponsable de créditos que desemboque, con el tiempo, en una nueva crisis para el sector y el conjunto de la economía. 

Sede del Banco de España en la plaza de Cibeles, en Madrid. (EFE)
Nouy, eso sí, también reconoció los progresos del sector en los últimos años. Valoró sus esfuerzos para controlar los riesgos y dotar las provisiones adecuadas, así como el proceso de saneamiento en el que continúa inmerso. Dentro de este tono más cordial, avanzó que las autoridades suavizarán sus restricciones sobre los dividendos y la rentabilidad de las emisiones lanzadas para reforzar su capital. 

Hacia las fusiones

Otro de los temas que se abrieron paso en la reunión aludió a los instrumentos de resolución que han entrado en vigor este año con la puesta en marcha de la Directiva de la Recuperación y Resolución Bancaria (BRRD, por sus siglas en inglés). En particular, inquieta el requerimiento mínimo de fondos propios y pasivos elegibles (MREL, por sus siglas en inglés), que se exigirá a las entidades para absorber pérdidas. Este nuevo colchón resultará clave para que los bancos cuenten con recursos propios ('bail-in') para afrontar sus problemas y no tener que recibir dinero público ('bail-out') para solventarlos. El nivel de MREL exigido se especificará caso a caso, aunque, como poco, se situará en el 8% del balance.


Pese a que las entidades tendrán cuatro años -hasta 2020- para alcanzar los objetivos de MREL que las autoridades establecerán, en el sector español existe preocupación. No se duda de la capacidad de los grandes del sector -Banco Santander, BBVA y CaixaBank- para alcanzar sus metas, pero sí hay recelos con respecto a la capacidad de la 'clase media' de la banca española para lograrlo, por la dificultad que pueden encontrar para hacerlo mediante emisiones de capital o de deuda susceptible de convertirse en capital. De hecho, estas complicaciones son vistas dentro de la banca española como un resorte clave en favor de la consolidación que se espera en el sector. O lo que es lo mismo, la necesidad de cumplir con los requisitos de recursos propios para absorber pérdidas actuará como uno de los catalizadores de las fusiones
Nouy, sin embargo, no entró a valorar la ronda adicional de consolidación que se espera en el sector. Y reconoció que, en general, la banca española cuenta con una sólida base de capital y no necesitará mayores requerimientos de capital de mayor calidad (CET 1). Precisó, además, que el BCE no difundirá los datos de capital que el supervisor establecerá para cada banco tras el verano, con lo que tendrán que ser las entidades quienes lo hagan. 

La auténtica patronal bancaria mundial

La reunión con la presidenta del MUS se ha producido aprovechando la visita de Nouy a España para participar en las jornadas financieras organizadas por elInstitute of Internacional Finance (IIF). Fuentes bancarias subrayan la trascendencia de que esta cita tenga lugar en Madrid, ya que el IIF ejerce como auténtica patronal bancaria y financiera mundial. Además de otras reuniones regionales y temáticas, esta organización convoca dos encuentros con una perspectiva global al año, el primero en primavera y el segundo en otoño, coincidiendo habitualmente con la reunión del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial en Washington. 
La capital de España acoge la reunión global de primavera del IIF. Y su poder de convocatoria se refleja en la lista de asistentes. Una muestra: la apertura correrá a cargo del Rey de España, Felipe VI, y esta mañana coincidirán en la misma mesa Ana Botín y Francisco González. También estarán en MadridDouglas Flint, presidente de HSBC; Axel Weber, presidente de UBS; Peter Praet, miembro del comité ejecutivo del BCE; Luis Linde, gobernador del Banco de España; François Villeroy de Galhau, gobernador del Banco de Francia, y Klass Knot, presidente del Banco de Holanda
PEDRO CALVO

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